1 de diciembre de 2018

Cosas de curas (IX)


Cosas de curas con...

Antonio María Domenech, párroco de Santa María del Campo Rus (Cuenca)


"Tengo la suerte de ser lo que siempre quise llegar a a ser, desde niño"

Se ordenó el 10 de julio de 2004 en la Catedral de Cuenca, y ha tenido los siguientes destinos pastorales: Santuario de la Virgen de Tejeda (Almodóvar del Pinar), Dirección Espiritual del seminario menor en Uclés y Santa María del Campo Rus, donde es párroco en la actualidad. También trabaja en el Tribunal de la Diócesis de Cuenca desde hace diez años. Es miembro de la Sociedad Misionera de Cristo Rey. Además, se sirve de las redes sociales para evangelizar (enlaces al final de la entrevista), dirige un programa sobre moral, en Radio María, y ha publicado recientemente un libro, "Desvelos de un cura rural". Su lema sacerdotal es "Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos" (Jn. 15, 13).   


Fotos cortesía de Antonio Mª Domenech
Uno o dos...  


  • Canciones: "Dios es mi padre" (una canción con la letra de la Madre Maravillas en "hilo por hilo tejiendo va, si tú le dejas qué bien lo hará") y Pescador, pero no la tradicional, (que también) sino otra que continúa "que al pasar por la orilla del lago".
  • Libros: "Vivir la vida con sentido", de Víctor Küppers y "Testigos de Esperanza", del Cardenal Van Thuan.
  • Películas: "Molokai" y "El tigre y la nieve".
  • Santos: San Antonio María Claret y San Juan Pablo II.
  • Frases de la Biblia: "Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos" (Jn. 15, 13) y "Madre, ahí tienes a tu Hijo" (de las siete palabras de Jesús en la Cruz, Jn. 19,26).
  • Personajes de la Biblia: La Virgen María y el Buen Ladrón.
  • JMJ u otro encuentro: JMJ en Polonia con San Juan Pablo II y Madrid con Benedicto XVI.
  • Consejos para la vida: dar sin nada a cambio, el trato con confianza en la propia familia.
  • Lugares para peregrinar: Santiago de Compostela y Roma.

Pregunta. ¿Qué es para usted un cura? 
Respuesta. Es un ministro de Cristo. Esa realidad se vive cada hora y a cada momento. Lo más importante, ser portador de Él. De su misericordia, de su ternura, de sus Sacramentos.

P. Desde niño quiso ser sacerdote, pero ¿cómo descubrió la vocación de formar parte de la Sociedad Misionera de Cristo Rey?
R. Porque mis padres pertenecían a la Unión Seglar de San Antonio María Claret, que fundaron junto al Padre Alba. Nunca he sido nada distinto a lo que proponía el Padre Alba. Por ese motivo, pensé que Dios quería que viviera su carisma toda la vida.  

P. ¿Cómo le ha influido en su vida Juan Pablo II?
R. Siempre he creído que al besarme la frente cuando tenía menos de tres años, recuerdo que conservo en la mejor foto de mi vida, transmitió algo más que cariño. Su carisma, su doctrina y sus viajes apostólicos me han llenado siempre de gozo. El leer su biografía, y el libro "Historia de una amistad", han marcado mi sacerdocio.  

P. ¿Cuáles son las mayores diferencias de la misión de un cura rural respecto a los otros curas?
R. Que conoce a sus ovejas y las suyas le conocen. Cuando empezó la Iglesia no había agrupaciones masivas de personas, más allá de Jerusalén, Alejandría y Roma. Creo que es la mejor manera de vivir el sacerdocio. En realidad, en la ciudad, la comunidad parroquial acaba siendo un pequeño pueblo cristiano. Es cierto que hay más dificultades (como tener que  hacer kilómetros para confesarse), pero el trato con el pueblo es lo más entrañable que puede vivirse. La idea que siempre tuve desde niño. Tengo la suerte de ser lo que siempre quise llegar a a ser, desde niño. De la misma manera. 

P. ¿La devoción popular está menospreciada por los católicos en general?
R. Creo que no. La devoción del pueblo es la que nosotros tenemos que acompañar. Es cierto que debe ir acompañada de formación, pero para eso estamos los sacerdotes. No hay tarea más feliz que llenar de Teología Sagrada el sentir de un pueblo lleno de Amor a la Virgen Santísima. Por María, a Jesús.

P. ¿Qué le aportan Facebook, YouTube, Twitter e Instagram como sacerdote?
R. La pregunta no es sencilla por incluir muchas cosas a tratar. Está detenidamente contestada en mi nuevo libro, recién publicado, "Desvelos de un cura rural". Sólo puedo adelantarte que en ningún caso he buscado ese apostolado. Es como si Jesús me hubiera buscado a mí a través de él. 

P. ¿Y realizar un nuevo programa en Radio María?
R. El Programa de Radio María, Moral de cada día, ha sido un motivo para profundizar en la Moral, tan necesaria, no sólo para mí, sino para todos los feligreses. En realidad, Radio María, también hace una función de Radio local, porque la escuchan en muchas casas, desde las Charlas Cuaresmales de 2017. La tarea y trabajo internos de la Radio también ha sido para mí un regalo, sobre todo, por el trato con los magníficos profesionales que hay en sus diferentes departamentos. Las personas que se ponen en contacto conmigo, gracias al programa, aportan para mi experiencia testimonios de esperanza y oración muy reveladores de la acción de Dios en las almas. 

P. Habla sobre la dirección espiritual en su tesis doctoral, ¿la dirección espiritual es fundamental en la vida de los religiosos o en la de todos los católicos en general?
R. La dirección espiritual siempre me ha parecido un regalo de la Providencia para mí y para los demás. Estoy seguro que no es imprescindible para salvarse, pero sirve de gran ayuda para aquellos que saben vivirla y tenemos la suerte de disponer de alguien que nos acompañe espiritualmente. Ahora mismo es una gran desconocida. 

P. ¿Cree que la vocación de monaguillo de los niños afecta al surgimiento de vocaciones sacerdotales?
R. Sí. Siempre he dicho, en broma, que el monaguillo debería ser de derecho divino. Hay múltiples situaciones curiosas en el servicio al Altar de los más pequeños. En mi caso estuvo directamente relacionado con mi vocación, el continuo "ser monaguillo" en la Parroquia, en los campamentos y en el Colegio donde estudiaba en Sentmenat (Barcelona). 

P. ¿Podría contar una anécdota vivida en su sacerdocio que le haya impactado más?
R. En el año 1999 fui al Camino de Santiago, y le pedí al Apóstol ser ya sacerdote para el siguiente Jacobeo. Quedaban cinco años y me quedaban dos cursos de Filosofía, hacer el servicio militar, un año de maestrillo en el noviciado y la Teología completa, que duraba cuatro años. Sumados son ocho. Mi padre me dijo que era una petición imposible y le contesté: "cosas más grandes verás"... En agosto del 2004 pude celebrar Misa sobre el sepulcro del Apóstol en Santiago, y le recordé aquella frase a mi padre. Santiago lo había logrado. Creo que es la anécdota más impactante de mi vida

Miguel Jiménez

Enlaces de Antonio María Domenech:
Programa de Radio María "Moral de cada día": http://www.radiomariapodcast.es/programa/238/moral-de-cada-dia

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