16 de septiembre de 2017

Cosas de curas (I)

Cosas de curas con...


Álvaro de la Riva, vicario parroquial en Medina del Campo y párroco de Pozal de Gallinas, La Zarza, Bocigas y Puras (Valladolid)

"Ahí empezó, en el Campo de María, como todo lo grande"


Álvaro de la Riva, en la Trapa,
 de su Twitter @alvarorivared
Un sacerdote de pueblo, así se define. "Seguro que los hay mejores", accede a la entrevista porque no es para L´Osservatore Romano, le podría la vergüenza. Insiste en que es simplemente un sacerdote que hace lo que puede, ni profesor, ni estudiante de doctorado, ni nada del estilo. Tiene 34 años, y fue ordenado el 19 de junio de 2016. 

Uno o dos...
  • Canciones: De Alan.
  • Libros: El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl.
  • Películas: Las Crónicas de Narnia.
  • Santos: San Juan Pablo II y San Pío de Pietrelcina (y San Miguel Arcángel y San Francisco).
  • Frases de la Biblia: "Sé de quién me he fiado" 2 Tim 1, 12.
  • Personajes de la Biblia: José y Mateo.
  • JMJ u otro encuentro: JMJ de Colonia. Allí empezó todo.
  • Consejos para la vida: la frase de Santa Teresa "Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene nada le falta, sólo Dios basta"; y "Todo es posible para el que cree" Mc 9,23.
  • Lugares para peregrinar: Fátima y Lourdes.

Pregunta. ¿Qué es para usted un cura?
Respuesta. Quien cura, quien sana. Como decía el Cura de Ars, el amor del corazón de Cristo.

P. ¿Qué fue lo determinante en el discernimiento en su vocación?
R. La Jornada Mundial de Colonia, San Juan Pablo II y el trato cercano con mi párroco. Y por supuesto mi madre.

P.¿Qué pasó en la JMJ de Colonia?
R. Acababa de fallecer Juan Pablo II. Él fue quien la convocó, pero Benedicto quien asistió como pontífice. El párroco con el que fui junto a otros jóvenes, de camino a la explanada de Marienfeld, dijo: "Le estoy encomendando a Juan Pablo II tu vocación". A lo que dije: "¡Anda ya!". Nos colamos en el encuentro del Papa con los seminaristas en San Pantalón y allí le oí decir al Papa: "Ofreced los jóvenes a Jesús el oro de vuestra juventud, el incienso de vuestra alegría y la mirra de la oración más fervorosa.". Me calló como un jarro, no me quité esas palabras en toda la jornada, y empecé a preguntarme qué he ofrecido yo. Y calló en mis manos un libro de meditaciones que decía "Que busques a Cristo, que encuentres a Cristo, que ames a Cristo. ¿Has intentado al menos lo primero?". Ahí empezó, en el Campo de María, como todo lo grande.

P. ¿Cuál ha sido su mayor alegría como sacerdote?
R. Tanto la acogida que muchas personas te hacen, como la reconciliación de personas después de muchos años alejados de Dios y de la Iglesia.

P. ¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
R. Aunque suene a tópico, me gusta estar con la gente siempre con una taza de café por medio, creo que con un buen café surgen muy buenas tertulias. También la lectura siempre que me es posible.

P. ¿Cuál es la situación más divertida que ha vivido en la parroquia?
R.  Hace unas semanas, le pregunté a un niño que si quería ser monaguillo. Y él, encantado, dijo que sí. Al hilo del Evangelio comencé la homilía preguntando al niño que cómo se llamaba y me dijo que Gabriel. Yo le pregunté que si sabía quién era San Gabriel en la Biblia, y me dijo que sí, que el ángel que habló con María. Yo le dije que Gabriel le trajo a María una buena noticia y si sabía qué era lo que preguntó Gabriel a la Virgen. Y el niño me respondió "sí, sí, sí, sí, sí, la dijo: ¿Quieres ser monaguilla?".


Miguel Jiménez

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