21 de octubre de 2017

El humor de Dios (IV)

El humor de Dios en...    San Francisco Solano


Como dice una canción del cantautor católico Martín Valverde, Dios se ha vuelto loco. Esa locura lleva a situaciones que pueden resultar humorísticas por romper los esquemas de los respetos humanos y dejarse llevar por la libertad de los hijos de Dios. El humor de Dios no se pregunta por el qué dirán, actúa a los ojos de Dios. Por eso, a los ojos humanos resulta desconcertante. Un ejemplo de esto es San Francisco Solano, franciscano de Montilla misionero en el Nuevo Mundo.

En una ocasión, le preguntó a un enfermo qué tal se encontraba, a lo que respondió que ya estaba bien gracias a Dios. San Francisco, conmovido por esas palabras, tomó unos bastones y empezó a bailar y cantar improvisando alabanzas a Dios. En otras ocasiones, se le veía correteando por el convento o por la ciudad tocando una campanilla y entonando "¡Alabado sea Dios! ¡Alabado sea Dios! ¡Bendito sea Dios!". También, un día de Corpus Christi, se vio arrebatado durante la procesión eucarística. Tal fue su arrebato de amor, como ido de sí, que se puso a danzar y cantar delante del Santísimo Sacramento.

San Francisco Solano no ocultaba su buen humor. La alegría de la que le llenaba Dios la transmitía sin miedo al ridículo. Era un reflejo del amor loco del Señor.

No hay comentarios: